Muchas veces al pensarse en la vida en la naturaleza y la vida de los animales se piensa en la violencia y en la fuerza, en el instinto de supervivencia y en lo diferentes que somos los humanos al resto de los animales. Por otro lado al pensar en la domesticación, se piensa en un proceso único de la raza humana, como si este fuera el único capaz de cambiar los hábitos o instintos de un animal.
Sin embargo, pareciera que se están presentando casos realmente fascinantes en los que los animales muestran...
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