Nadie en nuestros días desconoce que el fuego es un elemento de utilidad para los humanos y que constituye uno de nuestros más grandes descubrimientos. Sin embargo, la verdadera importancia del fuego en la evolución humana recae en la determinación que tuvo sobre su cerebro y, consecuentemente, en el desarrollo de su mente, la más poderosa adquisición de nuestra especie, que nos distingue y eleva en el reino animal. Una buena manera de comprender esta afirmación es recorriendo el proceso que tuvo lugar desde que nuestro antepasado, el Homo erectus, por vez primera dominara el fuego y lo pusiera a su disposición. Viajemos. Alimentación de los primeros Homo erectus Hace 1.5 millones de años, un homínido al que llamamos Homo erectus por su posición bípeda –esto es, que camina en dos pies– vagaba intentando forrajear alimentos que le dotaran de la energía necesaria para... Leer más.
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